Imagen de Madreselva

La Dulzura de la Madreselva

La madreselva (Lonicera) es una planta que encarna la poesía de la naturaleza en su forma más dulce y seductora. Sus flores tubulares, que miden entre 3 y 5 centímetros de largo, se presentan en parejas o pequeños racimos que emergen como delicadas trompetas de seda. Los pétalos, inicialmente blancos o de un suave color crema, se transforman gradualmente en tonos dorados y amarillos, creando un efecto de degradado que parece capturar la luz del sol. Cada flor se divide en dos labios: el superior se separa en cuatro lóbulos mientras que el inferior permanece entero, creando una forma que invita a los polinizadores nocturnos.

Lo verdaderamente extraordinario de la madreselva es su fragancia embriagadora, especialmente intensa al anochecer, que combina notas de miel, vainilla y jazmín. Los tallos trepadores, que pueden alcanzar varios metros de longitud, se entrelazan graciosamente creando cortinas naturales de verdor y flores que transforman cualquier estructura en un refugio aromático de ensueño.

El Amor que Todo lo Envuelve

En el lenguaje de las flores, la madreselva simboliza el amor en su forma más envolvente y dulce. Este significado se deriva de la manera en que sus tallos se entrelazan y abrazan todo lo que encuentran en su camino, así como de la dulzura de su néctar, que representa la dulzura del amor verdadero.

La naturaleza trepadora de la planta simboliza cómo el amor crece y se expande, alcanzando nuevas alturas y creando conexiones cada vez más profundas. Su fragancia nocturna nos recuerda que el amor verdadero persiste y se intensifica incluso en los momentos de oscuridad, mientras que su abundante néctar representa la dulzura y generosidad del amor auténtico.

Los Amantes de la Luna

Una antigua leyenda celta cuenta la historia de dos amantes, Luna y Selwyn, que fueron separados por un hechizo que solo les permitía encontrarse durante la noche. Desesperados por mantenerse unidos, suplicaron a la diosa de la luna que los ayudara. Conmovida por su amor, la diosa los transformó en la primera madreselva, permitiéndoles entrelazarse eternamente y compartir su dulzura con el mundo.

Se dice que por eso la madreselva libera su fragancia más intensa durante la noche, cuando los amantes pueden finalmente reunirse, y que cada flor contiene una gota de néctar tan dulce como su amor. La leyenda también cuenta que cuando la luna está llena, si se escucha atentamente cerca de una madreselva en flor, se pueden oír los susurros de amor de Luna y Selwyn.

Dulce Abrazo

(Un poema original inspirado en la madreselva)

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En espirales de dulce fragancia
Tejes historias de amor eterno,
Como una antigua constancia
De abrazo sempiterno.

Tus flores son copas de oro
Que guardan dulce secreto,
Como un tierno tesoro
De amor completo.

Entre noche y día danzan
Tus pétalos de miel y luna,
Mientras tus tallos avanzan
Sin prisa alguna.

Perfumada mensajera
De amores que entrelazan,
Como una enredadera
Que los sueños abrazan.

En tu néctar habita
La esencia del amor profundo,
Como una llama infinita
Que envuelve el mundo.